Nuestra labor
Además de nuestro viaje inicial, durante el que trajimos directamente a 28 refugiados, hemos trasladado por otros medios a los 150 refugiados que inicialmente acogimos en los alojamientos de nuestra organización.
También ayudamos a particulares y organizaciones, actuando como mediadores, en el traslado y acomodo de un gran número de refugiados, cuyo número es difícil de calcular, pero que puede ascender a dos centenares.
Tenemos familias en acogida, distribuidas entre Madrid, Sevilla, Valencia, Santander, Irún, Burgos, Rota, Marín (Pontevedra) y Parma (Italia) están bien.
Estas familias están creando una nueva vida: todos los niños están escolarizados y algunas madres han conseguido trabajo de peluquera, esteticista, costurera, o profesora. A pesar de ser un proceso largo y duro, la mayoría de ellos cada vez hablan mejor nuestro idioma. En Marín, por ser el núcleo más grande de familias, contamos con la ayuda de una psicóloga que atiende a los niños que requieren de apoyo por los acontecimientos acaecidos de los últimos meses.
Acogemos a varias familias, que hacen un total de medio centenar de personas en el Colegio San Narciso de Marín. Los niños están escolarizados en el colegio, y un porcentaje de madres trabajando en el exterior, o dentro del mismo colegio.
Adicionalmente, la dirección ha asignado una pequeña aportación mensual a las madres.
El proyecto consiste en crear una comunidad en dicho Colegio, que disponga de zona residencial, y donde estas familias tendrán manutención, vivienda y formación en ucraniano/ español en el mismo recinto, por tiempo ilimitado.
De esta forma, su integración en la sociedad española /gallega y la barrera del idioma serán solventados de forma gradual. Si todo va bien, el número de acogidos podrá ser aumentado en los próximos meses.
Hemos estado trabajando dentro de Ucrania, sobre el terreno. Destinamos una cantidad de nuestros recursos a la compra de alimentos y artículos de primera necesidad, para distribuirlos directamente entre la población afectada por los combates.
Para conseguirlo, uno de los integrantes de nuestra Fundación, se desplazó hasta el país, para contactar con grupos de voluntarios ucranianos. Auxiliado por estos grupos distribuyó la ayuda personalmente en las zonas de retaguardia del frente de guerra.
Además se comprobó la recepción de los envíos de ayuda humanitaria que habíamos realizado desde España, visitando los centros logísticos, y entrevistándose con los responsables de la recepción de la ayuda, para comprobar cuales son sus necesidades, e intentar auxiliarles en lo que podamos.
Hemos realizado varias iniciativas de recogida de alimentos, material sanitario, y otro tipo de artículos de primera necesidad.
Una recogida de alimentos desarrollada en la cadena de supermercados Lupa de Cantabria. La campaña se centró en 86 supermercados de la cadena, en Cantabria. Paralelamente se realizó una recogida de material sanitario en más de 270 farmacias de Cantabria. Ambas campañas se realizaron en coordinación con la Asociación de Ucranianos de Cantabria (Oberig), los bomberos Voluntarios de Cantabria, y Protección Civil.
Desde el 1 de abril contamos con una persona de nacionalidad española-ucraniana que nos ayuda en la atención de las familias de acogida, al traslado de las familias a los diferentes lugares de acogida y a la resolución de incidencias.
Además, desde el 1 de mayo se ha comenzado un proyecto en lo relativo a redes sociales y comunicación. El objetivo es darle una mayor dimensión a la fundación y que llegue al mayor número de personas posible. Este nuevo proyecto lo desarrollará un voluntario de forma gratuita.